Córdoba fue una ciudad Íbera y Romana en sus primeros tiempos, y llegó a ser la capital de un Califato islámico. El centro de la ciudad contiene numerosos restos de cuando Corduba era la capital de Hispania Ulterior durante la República de Roma y la capital de Hispania Baetica durante el Imperio Romano; y cuando Qurṭubah fue la capital del Califato Islámico de Córdoba, que incluía la mayoría de la Península Ibérica.
Se estima que durante el siglo X, Córdoba fue la ciudad más pobalada en el mundo, y bajo el poder del Califa Al Hakam II se convirtió también en un importante centro de educación bajo los gobernantes islámicos. Al Hakam II abrió muchas bibliotecas, aparte de varias escuelas de Medicina y Universidades que existieron durante ese periodo. Estas Universidades contribuyeron al desarrollo de materias como las matemáticas y la astronomía. Durante este periodo, Córdoba se convirtió en el centro intelectual y cultural de Europa, siendo relevante la predominante sociedad musulmana y su tolerancia hacia las minorías cristiana y judía.
En la actualidad, es una moderna ciudad de tamaño medio con una población cercana a los 330.000 habitantes.